La toxina botulínica (botox) tipo A la aplicamos de forma local intradérmica, para tratar la hiperhidrosis idiopática y se están obteniendo resultados excelentes. Se trata de un tratamiento ambulatorio, y sus efectos tienen una duración aproximada de siete meses.
Su uso preventivo (antes de los 35 años) permite relajar el tono muscular facial, posponiendo la aparición de las arrugas de expresión y otorgando una expresión facial más relajada y favorecedora.
A partir de los 40-45 años su función es intentar resolver las arrugas ya marcadas, para lo que es necesario combinar en ocasiones tratamientos con fillers faciales. Su acción depende de la dosis y del tamaño del músculo tratado.
La toxina botulínica también se utiliza con fines médicos, como por ejemplo: controlar las cefaleas crónicas tensionales, el bruxismo (hábito de apretar los dientes sobre todo nocturnos), la sudoración excesiva en manos y pies, e incluso el estrabismo.
Su duración aproximada es entre 4-6 meses. Sus efectos comienzan a aparecer a las 48-72h y son máximos a los 7-9 días.