
11 Mar Conoce a nuestro equipo Maxilonet – Dr. Tommaso Bucci- Cirujano Oral y Maxilofacial
¿Por qué decidiste dedicarte a la cirugía maxilofacial?
Siempre me ha interesado la cirugía maxilofacial. A pesar que sea una especialidad quirúrgica menor, abarca una serie de subespecialidades que siempre me han fascinado como la oncología de cabeza y cuello, la cirugía oral, la traumatología maxilofacial, etc.
¿Qué características personales crees que debe tener un buen cirujano oral y maxilofacial?
Primariamente debe tener una buena formación médica y quirúrgica adquirida a lo largo de los años, principalmente durante la residencia.
Evidentemente, debe tener también, como todos los médicos, cualidades humanas como la empatía, la honestidad y la ética profesional.
Exactamente, ¿podrías explicarnos qué áreas abarca la cirugía oral maxilofacial y cuáles son tus especialidades?
La cirugía maxilofacial es una especialidad bastante reciente, que abarca tanto la parte de cirugía oral, que es toda la parte de la cirugía de las muelas del juicio, de las inclusiones dentarias, de los quistes, parte de la patología oral ósea, tratamiento quirúrgico de lesiones precancerosas; además de la oncología de la cavidad oral, la cirugía ortognática, las fisuras labio palatinas y la parte de traumatología de los huesos de la cara.
Dentro de todas estas patologías y especialidades que abarca, ¿Cuál es tu especialidad?
Mi especialidad es la oncología de cabeza y cuello. Ósea, el tratamiento quirúrgico de los tumores de la cavidad oral y de las glándulas salivales.
Todo cirujano o todo médico responde siempre a una pregunta, la pregunta por excelencia, ¿Cuál es en tu caso?
La pregunta que más veces respondo es la de: “¿me va a doler?” Y, debido a mi especialidad, la otra pregunta es: “ ¿sobreviviré a esta enfermedad?”
La segunda es la pregunta del millón: desafortunadamente a los pacientes que sufren un cáncer, no les puedes garantizar jamás el 100% de éxito, porque como decía mi antiguo jefe: “el éxito al 100% en cirugía no existe, en primer lugar porque siempre hay variables y complicaciones y, en segundo lugar, porque la medicina nunca te asegura un éxito del 100%. El médico o cirujano que lo haga, o bien te está mintiendo, o no sabe de lo que está hablando”. Cuando se habla de oncología, muchas veces tienes la ilusión o la percepción de controlar la enfermedad y, aunque hayas hecho una gran intervención, el tumor se puede reproducir.
¿Qué crees que os aporta a los médicos la docencia y la investigación?
Básicamente una formación continuada, evidentemente siempre y cuando tengas inquietudes y objetivos como intentar mejorar el servicio y no quedarte estancado en la figura maxilofacial de hace diez años.
La docencia e investigación la realizas siempre cuando tengas inquietudes como cirujano. Nunca deberíamos dejar de aprender para estar al día de lo que pasa en tu especialidad.
¿Cuál es la situación más difícil con la que debes lidiar en tu profesión?
Cuanto más difícil es la intervención, sobre todo en temas de oncología, más complicaciones pueden surgir.
Cuando hay un tumor maligno en un maxilar o en algún orificio, ¿La resección que se hace del hueso, lo hacéis de forma completa? Es decir, en otras especialidades como en traumatología, dejan un área, que ellos le llaman de seguridad, intentando abarcar más espacio para que no exista ninguna célula.
Básicamente lo que hay que hacer es extirpar quirúrgicamente el tumor de forma radical, siempre y cuando sea un tumor resecable y eso evidentemente, lo sabes tras llevar a cabo el estudio preoperatorio del paciente. En la cirugía oncológica de cabeza y cuello, nunca se debe llevar a un paciente a quirófano sin haber llevado a cabo un estudio previo exhaustivo y concienzudo.
Una vez realizado el estudio preoperatorio del paciente, se debe extirpar el tumor de una forma oncológicamente correcta. Es decir: dando un margen de más de un centímetro a lo que es la resección de las partes blandas, y en unos casos tienes que añadir también un vaciamiento de cuello, para limpiar los ganglios cervicales potencialmente afectados.
A pesar de todo, no debemos olvidar que los tumores son enfermedades hechas por células: nosotros lo que hacemos es extirpar macroscópicamente el tumor y cuando hay una serie de factores que nos indican que es un tumor particularmente agresivo o es un tumor que ya se ha desarrollado en los ganglios del cuello, hay que añadir también tratamientos no quirúrgicos como la quimioterapia y la radioterapia.
¿Te consideras un buen paciente?
No (risas), es decir es muy difícil que un médico o un cirujano consulten a otro médico, salvo que esté realmente mal, en tal caso sí que voy.
¿Consideras que las revisiones periódicas anuales es una forma de prevenir?
La medicina preventiva en la cirugía maxilofacial, es un tipo de medicina enfocada al diagnóstico precoz, de lesiones potencialmente cancerígenas y sobre en el control de los pacientes de riesgo, que son los fumadores y los pacientes que consumen alcohol.
Es muy importante cuando viene a tu consulta un paciente con esas características o con esos hábitos tóxicos como el tabaco y el alcohol, identificarlo como un paciente de riesgo y en esos casos, aunque no tenga ningún tipo de lesión en la boca potencialmente cancerígena, debemos recomendarle llevar a cabo una revisión cada seis o doce meses.
Aquellos pacientes que han sido intervenidos de un cáncer, tienen que llevar a cabo un seguimiento postquirúrgico muy exhaustivo, para detectar posibles recaídas lo antes posible. Evidentemente esas recaídas son más elevadas en los primeros años y luego van disminuyendo.
Una vez ya se ha extirpado el tumor. La parte que quizás para el cirujano no es tan importante, pero quizás para la persona quizás sí lo es, la parte estética de reconstrucción, ¿la lleváis a cabo vosotros también?
Sí, eso es muy importante a parte de la medicina preventiva de la que tanto se habla de calidad de vida de los pacientes y eso evidentemente es un concepto que es válido también para los pacientes sometidos a resección oncológica de los maxilares.
A pesar de que un paciente sea operado de un tumor de cavidad oral es muy importante que pueda seguir manteniendo una buena calidad de vida tanto en tema de estética facial, como en lo que es la función de hablar, comer y tragar.
Por eso, la fase de reconstrucción es una parte importante del acto quirúrgico.
¿Entonces podríamos decir que vosotros abarcáis todo el ciclo: el diagnóstico, el tratamiento, la reconstrucción y el seguimiento?
Efectivamente así es, además la reconstrucción se intenta hacerla en el mismo acto quirúrgico de la resección del tumor.
¿Qué pasiones, qué hobbies tiene Tommaso, además de la medicina y de la cirugía?
Viajar, sobre todo en lugares de mar, estar con los amigos (doy un gran valor a la amistad) y con mi familia.