20 Mai Conoce a nuestro equipo Maxilonet – Dra. Laura Hornos – Odontóloga Integral
¿Por qué decidiste estudiar y dedicarte a la odontología?
Siempre tuve claro, desde muy joven, que mi profesión estaría vinculada al mundo de la salud, y parecía que el camino lógico era hacer Medicina. Sin embargo, tuve también una inclinación hacia todo lo artístico, y tanto fue así que me planteé cursar Bellas Artes. Curiosamente, Odontología es quizás la mezcla perfecta entre ambos mundos.
« Odontología, a nivel teórico es médico pero a nivel práctico, trabajas con las manos y es un arte, me encanta. »
¿Qué características personales crees que debe tener un buen odontólogo?
Creo que un buen odontólogo principalmente tiene que tener una buena formación y aplicarla dando confianza al paciente y siendo honesto. La sensatez da la mezcla justa entre valor y criterio.
Hemos tenido muchos casos en los que el paciente procede de centros donde se le ha tratado deficientemente y hay que devolverle la confianza y seguridad.
El paciente delante nuestro se encuentra en una situación vulnerable. Por ello siempre se debe actuar con la máxima honestidad y proporcionarle un tratamiento de calidad.
¿Cuáles son las áreas o patologías que más disfrutas de tu profesión?
Donde más disfruto es cuando hay patologías mixtas que exigen una mezcla de conocimientos como cirugía, prótesis, periodoncia, estética…
El objetivo es saber encajar todas las variables para conseguir ese difícil equilibrio entre las expectativas del paciente y lo que realmente es posible.
Buscamos una sonrisa, pero de nada sirven unos dientes bonitos si no sirven para masticar o, si a corto plazo, los perdemos porque no son saludables.
La clave del éxito es aunar al mismo tiempo la SALUD, FUNCIÓN Y ESTÉTICA.
¿Qué es lo más extraño o divertido que te ha ocurrido en una consulta?
El momento más anecdótico fue cuando mi hija vino a la clínica y quisimos hacerle algo divertido en la boca.
Para poneros en situación, cuando realizamos cosmética dental y nos encontramos con un diente largo, tenemos materiales que nos permiten maquillar el diente con resina rosa para simular la encía.
Bien, cuando vino mi hija de 8 años, quiso que le pintáramos un diente de color rosa, así que le pusimos muy poco adhesivo para que le durara una semana como mucho. Cuando lo vió, le gustó tanto que nos pidió que no se lo quitáramos. Y ya ha pasado un año y ¡el diente sigue rosa! Estamos esperando que se le caiga para ver la sorpresa del ratoncito Pérez!!!
Con esta anécdota todos los compañeros del colegio ya saben que su mamá es dentista.
¿Cuál es la pregunta que más veces has contestado a lo largo de tu carrera?
Quizás: …¿Me va a doler?.
La verdad que es una pena que sigamos teniendo la mala fama de causar dolor al paciente.
Por suerte, ahora tenemos más recursos como son la sedación y la anestesia general, que tanto pueden ayudar a pacientes médicamente comprometidos y complicados como a pacientes aprensivos o con fobia al dentista. De esta manera, tenemos la opción de tratar a los pacientes de la forma más indolora y menos invasiva posible.
¿Qué representa para ti la docencia/investigación?
La odontología de calidad debe estar basada en la evidencia científica.
Ello quiere decir, que hay que estar al día y seguir los protocolos de actuación establecidos, y respaldados por la bibliografía y estudios correspondientes.
Ahora mismo estoy colaborando con la Universidad de Barcelona. Estamos realizando un estudio que pretende hacer un screening de todas las bacterias que hay en la boca en los casos de periimplantitis (infección de los implantes que conlleva su fracaso). Aquí es donde tenemos el talón de Aquiles de la odontología actual.
Es por ello que estamos intentando descubrir qué tipo de bacterias influyen, aunque entramos en un campo muy complicado ya que estamos viendo que ante las mismas bacterias no todos los pacientes desarrollan la infección, y que probablemente, la respuesta inmunitaria del paciente sea una variable muy importante, además de la bacteria, para que la infección se establezca.
¿Cuál ha sido la situación más difícil con la que hayas tenido que lidiar en tu profesión?
Las situaciones más difíciles quizás han sido aquellas derivadas de pacientes que han tenido fracasos en tratamientos previos y ya no saben qué hacer con su boca.
Son pacientes que normalmente han invertido, a veces, grandes sumas de dinero y tiempo en su boca, y no han obtenido los resultados que ellos esperaban.
Éstos vienen cansados y han perdido la confianza.
Una boca saludable es algo básico e importantísimo en nuestro día a día, ya que la usamos a para masticar, y también forma parte de la estética de la cara, que es nuestra carta de presentación a la sociedad.
Cuando un paciente no se siente cómodo con su boca, pierde seguridad, autoestima y calidad de vida.
Personalmente empatizo mucho con estos pacientes, intentando ayudarles y devolverles la confianza y “esa boca” que tanto necesitan.
¿Eres un buen paciente?
No, definitivamente NO… Seguramente, como la mayoría de médicos y dentistas!!!
Creo, firmemente, que una vez al mes todo el personal sanitario deberíamos sentarnos en el sillón dental y ser pacientes de nosotros mismos. Así nos daríamos cuenta de lo importante de la parte humana y de tratar al paciente de la forma más personalizada posible, y ser capaces de darle el máximo cariño.
El paciente abre la boca y no ve, y muchas veces, no entiende o no sabe lo que estamos haciendo. De alguna manera le estamos pidiendo una confianza ciega en nosotros y tenemos que ser muy conscientes de ello.
¿Qué hobbies o pasiones tienes?
Siempre me ha gustado mucho el deporte. Considero que para trabajar en odontología siempre hay que estar en forma, para así contrarrestar todas las malas posturas y tensión acumuladas en el cuerpo.
Somos como pilotos de Fórmula 1, que parece que no haces nada, pero siempre estás en tensión. Trabajar en boca, significa trabajar en un espacio tremendamente pequeño, muchas veces mediante espejo y visión indirecta, y hay que controlar todos los movimientos inesperados que el paciente puede realizar en cualquier momento.
Los deportes que practico cuando puedo son el yoga y pilates para estirar y relajar la musculatura, pero también el boxeo y correr que sirven para descargar toda la adrenalina.
Por otro lado, me encanta la montaña. Trabajamos siempre en lugares cerrados, por eso me encantan las actividades al aire libre como el esquí de pista, el esquí de montaña y la escalada.
Es por ello que cuando puedes salir, pasear, coger aire y disfrutar de este mundo tan bonito que tenemos, cargas pilas y puedes empezar la siguiente semana con más fuerza.